Durante el desarrollo del debate, los presidentes se vieron en la necesidad de intervenir nuevamente, esta vez debido a la falta de participación por parte de varias delegaciones al momento de responder preguntas o hacer aportes significativos. Esta inactividad afectó el ritmo del debate y generó momentos prolongados de silencio o indecisión.
En medio de este ambiente, la delegación de Polonia tomó la palabra e hizo un aporte importante, recordando que debe respetarse a cada individuo sin importar su apariencia física. Su intervención fue bien recibida por la mesa, ya que ayudó a retomar el enfoque del debate en los valores fundamentales de los derechos humanos.
A pesar de los esfuerzos, no fue posible avanzar mucho en esta etapa, ya que varios problemas pequeños —como la falta de respuesta o el desorden en algunas intervenciones— tomaron más tiempo del esperado, afectando el desarrollo fluido del debate.
Valentina Alvarado Bernal.