Los delegados se reparten en distintos bloques con el objetivo de comenzar la elaboración de sus respectivos papeles de trabajo, cada grupo discutiendo las posibles soluciones en torno a la protección de las minorías étnicas. Durante este proceso, se presenta un momento incómodo cuando el delegado de Argentina es reprendido públicamente por no solicitar permiso para quitarse su chaqueta, lo cual genera cierta tensión en la sala y sirve como recordatorio del protocolo diplomático que debe seguirse en todo momento. A medida que los grupos continúan con sus propuestas, y mientras algunos delegados debaten intensamente y otros toman notas o buscan acuerdos, varios chicos de logística interrumpen brevemente la jornada para hacer entrega de los diplomas correspondientes al área de prensa, reconociendo la labor de los observadores y redactores presentes en el modelo.
Valentina Alvarado Bernal.
